Ser guapo es pasarse la vida en modo fácil
Pues sí, esbirros de mal. Tal y como dice el título: ser guapo es demasiado sencillo. Así que estamos hoy aquí para reivindicar lo nuestro. Y lo vuestro, claro. Lo feo.
Ser guapo es el equivalente de la Naturaleza a ser heredero al Trono. La vida va a resultarte fácil por algún tipo de suerte divina que no es fácil alcanzar a comprender.
Probablemente esta misma razón sea la que hace que el ser humano bello consiga relajarse y ser feliz desde que nace hasta que muere, sin tener que luchar ni pensar demasiado en cómo solucionar determinados problemas que sin embargo al feo le asaltan cada día.
Y es por este motivo por el que me parece a mí que poco avance, ni social ni tecnológico, puede producir la vida de un guapo.
Reflexionemos acerca de ello: alguien hermoso encontrará las cosas muy sencillas desde temprano: será esa persona a la que todo el mundo quiere tener cerca, las invitaciones a fiestas no cesarán, los amigos acudirán en auténticas hordas, la gente querrá verte, en ocasiones hasta el punto de llegar a pagar por tu presencia en determinados eventos. Y por supuesto, las parejas irán y vendrán al ritmo que decida marcarse.
Definitivamente. Ser guapo acaba atrofiando la mente y consumiendo el espíritu. Si todo llega por sí mismo servido en bandeja de plata, ¿acaso queda algún espacio para el esfuerzo? ¿la superación? ¿los desafíos?
En esto concuerdan tanto los Católicos como los franceses** (que no están muy católicos):
“Bienaventurados los Feos; porque de ellos es el Reino de los cielos”
Mateo 5:3
Voy a citar el principio de la navaja de Ockham: «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable».
Hecho:
No encuentras novia.
Explicación:
Eres feo.
Hecho:
Me han echado del trabajo.
Explicación:
Por feo.
Hecho:
No consigo ser feliz.
Explicación:
Acepta que eres feo.
A partir de esta última premisa debemos empezar a trabajar.
Si algo debe de saber el feo, es que la vía rápida desemboca en ideas estrafalarias que pese a que pueden tener cierto éxito en determinado momento, no te ayudarán a alcanzar la verdadera felicidad. Pongamos como ejemplo a una persona que no consigue ligar:
-Se me ha ocurrido una idea que flipas: me voy a comprar la mejor careta de la historia y saldré de fiesta en Halloween, seguro que así ligo. Y efectivamente, esa noche triunfas. Pero a la mañana siguiente…¡ay amigo! se acabó lo que se daba… y de vuelta a la dura realidad por haber intentado coger atajos.
NO, el feo que se reconoce como feo y lo acepta, es el feo que trabaja en sí mismo y se esfuerza. Se apunta al gimnasio, lee mucho, aprende a ser gracioso, a bailar… Y entonces llega su momento de gloria.
¿Albert Einstein? En el colegio era un estudiante mediocre y luego de repente espabiló. ¿Por qué? Pues se dio cuenta de que era feo… y se dijo a sí mismo: «mira Albertín, vamos a darle duro a la física porque si no…»
¿Ramón y Cajal? Además de a Medicina, se apuntó al gimnasio. Desde entonces, bien de pibitas. Y lo de el Premio Nobel, claro. ¿Lo veis?
En definitiva, que el feo se lo curra para salir adelante, y en su camino y como efecto colateral, consigue importantes avances para la humanidad. Ser guapo es pasarse la vida en modo fácil… pero sin gloria. Así que ya sabéis. Feos.
*Todas las citas marcadas con asteriscos han sido adecuadamente manipuladas para servir a nuestro (feo) propósito.
**Macron, no se enfade, es de bromi.
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