Entrevista al escritor de los poemas feos.
Hola. Soy yo, Feónido II, (por el primero mejor no preguntéis), vuestro escritor de poemas feos favorito. Creo que os debo una explicación, y he venido a darla.
¿Cómo creas tu impresionante estilo feo?
Todo empezó en el año 2006, un compañero de clase al que llamábamos Alf «El Patata», y que era repetidor, intercambió su disco de música favorito conmigo.
Yo le dejé mi disco original «Mago de Oz: Gaia». Era un álbum muy bonito estéticamente y de sonido Folk Rock bastante de moda en la época. Él, a cambio, me dio una copia pirata de un cd ultra cutre en el que sólo ponía «SFDK». Más tarde me enteré de que era el disco «2001 Odisea en el Lodo».
Seguro que podéis reíros al imaginar mi cara de ignorante adolescente cuando aquello empezó a sonar. Yo por aquel entonces no sabía ni que existía el rap, y la poesía más agresiva que había leído hasta entonces era el Oso Goloso de Gloria Fuertes.
«Tranquilo, un hombre no se hace en un día,
pero en sólo un día,
pueden ponerte el culo como una sandía»
-SFDK- 2001: Odisea en el Lodo
El oso goloso de peluda piel,
el oso Goloso sólo come miel.
El oso Goloso anda muy patoso,
sólo come abejas, no temas al oso
El Oso Goloso, Gloria Fuertes.
A base de escuchar a aquellos sevillanos, acabé cogiéndoles cariño y descubrí que mi cerebro por sí solo iba pensando en palabras que rimasen con las de la conversación que mantenía con mis amigos.

La siguiente y última evolución fueron las clases de Lengua Castellana en las que me forzaron a leer los clásicos. El Cantar de Mío Cid, El Lazarillo de Tormes, El Buscón… reconozco que aquello ha marcado mi estilo de cierta manera. Y es que una vez que empiezas a leer castellano antiguo… es como cuando escuchas el acento murciano: no puedes evitar imitarlo.
Es por esto que mis poemas feos a veces tienen algún deje de castellano antiguo o en ocasiones imitan al pregonero.
«¿mamáaaaa por quéeee papáaaaa matóoooo al pregoneroooooo?»
el chiste del niño tonto, un clásico
¿Cómo surgió la idea de los poemas feos?
Queríamos hacer retratos muy feos de la gente, pero nos pareció que aquello merecía algo que les diese todavía un poco más de personalidad. Así que cuando hicimos la campaña de crowdfunding, a la pequeña Lionelis, encargada de innovación de fea, se le ocurrió esta desafortunada idea. Y así empecé a escribir poesía haciendo uso de mis ridículas facultades.
¿Cómo se escribe un poema feo?
Lo que vais a leer a continuación es totalmente serio. No en vano estudié Filología Hispánica en la Universidad Pontificia de la Vida.
Antes de nada quiero hablar de la rima. Siempre es una cancioncilla: cada verso rima con el siguiente, y cada dos versos cambia la rima. Siempre escribo así a no ser que por algún motivo quiera hacer algo diferente. Una vez hice un soneto, pero me parece que pierde parte de gracia y no es tan pegadizo.
«Se sacó un cutter de la manga y lo esgrimió,
y me pinchó.
Primo, apuñaló a este genio»
-SFDK- Todo lo que Importa ft Fyahbwoy
El primer paso y fundamental, es leer la descripción de la víctima. Por eso es importante que os esforcéis en este paso, cuantos más datos y anécdotas nos mandéis de esa persona, más divertido y personalizado será el poema feo.
El segundo paso consiste en elegir de entre todos los datos que nos han facilitado. Para esta selección siempre sigo el criterio testicular, es decir, escojo lo que me sale de los cojones. Pero como suelen ser regalos de unos a otros, es interesante saber quién regala a quién, qué relación tienen, e intentar que salga una muestra de esto en lo que voy a escribir.
Tercer y último paso, intentar ser gracioso. No sale todos los días ni en todas las poesías feas, pero yo lo intento. Trato de que haya una parte en la que me meto con la persona a la que le escribo, e intento acabar el poema con algo que no sea flojo, ya sea una nota emocional, o graciosa.
Bueno, me voy que he quedao con mis amigos y nos vamos de fiesta. Mierda, me habéis pillado, será un plan de tranquis. Vale, es mentira, voy a ver una peli con mi novia. Bffff, no tengo ni amigos ni novia, voy a ver el puto Diario de Noah, solo, y sí, voy a llorar.
Un saludo,
Feónido